Uno de los mejores spots publicitarios televisivos de Star Wars ha sido el de 1999 para Episodio I: La Amenaza Fantasma que pre presenta a Darth Maul donde habla sobre el miedo (frases que no dice en la película), y se menciona por primera vez en relación a las películas la palabra “Corruptos” haciendo referencia a los políticos, usando de imagen al senador Palpatine (futuro Emperador).
La corrupción política no es algo de la ficción, lamentablemente es algo que se vive a diario en el mundo real de donde lo toma Lucas para su universo.
Revisando entre archivos y fuentes de investigación me tope con un artículo del periódico Lodi News-Sentinel fechado el domingo 13 de agosto de 1977 (unos dos meses del estreno de Star Wars), donde la 20th Century Fox realizara una función gratuita en Sacramento de STAR WARS para 120 legisladores, su personal y sus familiares.
Este “regalo” por parte de la Fox levantó las sospechas de la “Fair Political Practices Commission”, anuncia que los legisladores deberán declarar este obsequio si es de 25 dólares o superior, y que posiblemente Fox deba rendir cuentas de este gasto. La FPPC busca con esta medida detectar si se trataba de dádivas para a cambio de algún favor o futuros sobornos. 
Pero este no fue único incidente de la Fox de cuestionamiento ético en relación a Star Wars. El 13 de septiembre de 1978 en el The Milwaukee Journal se publica la noticia de que las oficinas de Boston y Minneapolis de la productora obligaban a los cines a pasar “El Otro Lado de la Medianoche” (The Other Side of Midnight) a cambio de permitirles pasar “Star Wars”.
Ante estas acusaciones el juez de distrito de Nueva York, Edmund Palmieri, instiga a la empresa a dar explicaciones sobre este asunto, pero los abogados deciden no responder. Como resultado la 20th Century Fox es multada con 25.000.- dólares más los gastos de investigación.
Vale recordar un dato que se presenta en el The Canberra Times el viernes 10 de junio de 1977, donde se explica (con referencia a USA) que en una película regular el 40% es para el distribuidor (en este caso Fox) y un 60% para la sala. En el caso de las películas taquilleras como “Tiburón” o “Star Wars” el porcentaje es del 90% para el Distribuidor y solo un 10% para la sala.
Esta acción extorsiva de parte Fox, tiene su causa en el decreto gubernamental acordado (Consent Decree) de 1948 en Estados Unidos, que prohíbe a los estudios tener salas de proyección. Antes de este decreto los grandes estudios eran los que tenían la mayoría de las salas, y realizaban un monopolio de que películas se pasaban no dando oportunidad a estudios más chicos poder proyectar sus films. Los estudios debieron vender sus salas de exhibición.
