FAN-FORUM WARS. Partida X: La Edad de los Héroes


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15 años 7 meses antes #7 por Jedi1
La galaxia entera se encontraba bajo la insaciable sed de conquista del Imperio. El verdadero plan no había sido romper aquellas barreras que le impedían expanderse, sino expanderse en sí. Era algo que sólo podía hacer un Imperio, pero sólo podía hacerlo bien el nuevo Imperio de Dalen.

El nombre del Emperador sonaba en todos los rincones de Coruscant. Ahora la capital imperial tenía a raya a sus enemigos. Pero la galaxia era demasiado grande. Y tal vez se hubiese derrotado a ciertos enemigos, pero con forme más se avanza, nuevos problemas nacen... y de alguna forma, nuevos enemigos.

El planeta ha cambiado mucho desde mi último recuerdo -pensó Ubaldo- los edificios crecen como plantas, y de seguir así acabarían tocando el espacio.

Su momento de descanso se vió fuertemente interrumpido por una plataforma que se encontraba en el hall central de la sala. La plataforma rugía de forma espantosa, pero algo debía romper la tranquilidad de aquel lugar. Un lugar que se había convertido en su hogar.

Ubaldo pudo ver más allá de sus pensamientos y divisó aquél satélite que había construído hace tres años. Lamentablemente no tenía tan buen aspecto como entonces.

Ubaldo: Vaya... ¡Tiene muy buen aspecto!
Gron: No dirá lo mismo cuando tenga que desencriptar la información. Es un milagro que esté aún intacto.
Ubaldo: Lo que es un milagro es... que finalmente aceptase mi proyecto de proteger el satélite con doble armadura. Eso le ha salvado.

La plataforma terminó de subir y se colocó pegada al suelo. Tras el cristal que lo cubría, podía verse perfectamente aquél instrumento. Todo un año de construcción, y un verdadero éxito. Ahora mismo se encontraba irreconocible y con valiosa información en su interior.

Ubaldo: ¿Qué ha sido? ¿Un combate?
Gron: Le advertí sobre hacer preguntas al respecto...
Nelson: Y yo le advertí, supervisor de planta, de dar los informes apropiados a nuestro mejor personal.
Gron: Sí, señor... Le advierto que...
Ubaldo: Señor Director... -Ubaldo interrumpió- Me alegra que pueda presenciar en persona mi vástago.
Nelson: Yo mismo daré el informe. Más tarde le veré, supervisor de planta.
Gron: Sí, señor Director...

Gron era un buen tipo, de no ser por toda la envidia que tenía al pobre Ubaldo. No obstante no tenía nada que hacer. Estaba claro quién era el enchufado aquí -pensó Ubaldo mientras veía cómo las puertas automáticas dispersaban aquella tosca presencia.

Nelson: Ha sido el infierno. Se envió para holografiar Fyrm, un nuevo planeta descubierto hace dos décadas. La inestabilidad gravitatoria nos impidió hacerlo en persona.
Ubaldo: He oído hablar de él. Pero aquí sólo lo conocemos vulgarmente como "uno más".
Nelson: No sabemos qué ha pasado. Pero... el planeta quedó hecho añicos. Creemos que se grabó lo que pudo pasar en el satélite.
Ubaldo: Y créame... está grabado. Y bien protegido. Me ocuparé de ello mañana por la mañana.
Nelson: Lo necesito en mi mesa esta noche.
Ubaldo: La desencriptación y extracción podría llevarme un día entero...
Nelson: Para eso te pagamos, joven Ubaldo. Interrumpe lo que estabas haciendo y ponte con ello ahora. Los droides limpiarán su superficie.
Ubaldo: ¿Cinco minutos para terminar de comer?
Nelson: Cuatro. Y será mejor que no te entretengas.

El Director desapareció ante el cierre automático de las puertas.

Bueno... evidentemente ha sido una enorme explosión. Pero no entiendo porqué el Imperio quisiera destruir un planeta. Por cierto, Fyrm ¿no era el que albergaba aquella especie nueva? Resulta interesante... -pensó Ubaldo- En cualquier caso, no me pagan por hacer el trabajo de otros.

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15 años 7 meses antes #8 por Kalas Fett
En medio del espacio, sin planetas cercanos, avanza un carguero coreliano con una carga la mas de especial. En él va un chico de unos 18 años con 1.70 mts aproximaramente de altura, el pelo rubio, no demasiado largo pero bastante sucio. Lleva una armadura de soldado imperial, pero no parece un soldado, esta bastante fuerte, pero no tanto para el tipo de armadura que lleva. Esta en un tanque de Bacta.

- Tripulante 1: Capitan le encontramos en Utapau, ya estaba insconsciente, solo decia Imperio, Maestro, Padre, no se que lo que se referia.

- Capitan: Bien esperaremos a que se recupere para interrogarlo y asi podremos saber quien es y a donde iba.

- Tripulante 2: Capitan creo que es un Jedi, llevaba esto con el.
Le entrega al capitan un sable de luz.

- Tripulante 1: ¿Un Jedi? Eso lo complica todo, si el Imperio lo descubriera estariamos en un buen lio, pero la recompensa que ofrece el Imperio por los Jedis es muy tentadora.

- Capitan: No, nada de hablar con el Imperio y quitese la idea de venderlo de la cabeza, nuestra prioridad ahora es que se recupera para saber mas sobre el.

El capitan del carguero abandona la sala, mientras los otros dos tripulantes siguen en ella.

- Tripulante 1: Creo que el capitan esta perdiendo la cabeza, no es por el dinero que sacariamos por el, algo que seria lo bastante como para dejar el negocio durante mucho tiempo, pero quiere manterlo en la nave, si el Imperio nos encontrase nos mataria.

- Tripulante 2: No se que planeas, pero no cuentes conmigo, ya has oido al capitan y sus ordenes, yo estare siempre con el.

Unos de los tripulante se marcho, mientras el otro se quedo observando al joven.

- Tripulante 1: Tu no me vas a costar la vida, puede que incluso me la soluciones.

El ultimo tripulante abandono la sala dejando la sala medica unicamente con el tanque y su inquilino dentro....

«Korriban será lo que siempre ha sido. Un cementerio para los más oscuros Lores Sith, todavía susurrando en sus tumbas. Será siempre una fuente para el mal, sembrando amenazas a través de los milenios.»

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15 años 7 meses antes #9 por moff dalen
-¿La parte puntiaguda?- preguntó el niño extrañado. No tenía más de 10 años y la imagen que daba agarrando la vibroespada era todo menos fiera.

-Sí, la punta de la espada es lo que puede matar a un hombre. Con una vibroespada no es tan fácil causar una herida mortal o atravesar una armadura, y menos en el fragor del combate.- La figura de un hombre se recortaba contra los haces de luz que entraban a través de la persiana, portando una pequeña barra de entrenamiento -Vamos, si te atreves inténtalo una vez más.-

El niño se lanzó con infantil rabia hacia el hombre... y como todo niño acabó entregado y derrotado, pero con una gran sonrisa dibujada en la cara.

-Bien. Ahora ve a molestar un poco a Eva, seguro que te regala algún dulce si sabes convencerle.-

-Pero yo quería seguir practicando...-

-Vamos, vamos, no sólo hay que saber luchar...ve a por el dulce.- El hombre le revolvío el pelo con la cabeza y le dió un pequeño empujón con la otra mano...el niño, consternado aún por no poder continuar con sus prácticas con la espada que tanto le gustaban, comenzaba a tener en cuenta la posibilidad del dulce y aceptó sin rechistar.

-Adiós papá...-

El niño se fue, dejando sólo en la habitación a aquel hombre, cuando un sonido le interrumpió y la otra puerta de la habitación, se abrió.
Por ella entró el Gran Almirante Dante Oviedo, Señor de la Guerrra Imperial y máximo exponente de la flota Galáctica, depués del mismísimo Emperador, el hombre más poderoso de la Galaxia y también su amigo.

-¿Cómo estás perro burócrata?-

-Bien Dante...¿y tú sucio contrabandista?-

Ambos rieron durante un rato ante las viejas bromas del pasado que volvían a aflorar recuerdos de juventud y también recuerdos de tiempos no tan lejanos...

-Bueno, como te puedes imaginarte, mi presencia aquí significa que la campaña en el sistema Potkas ha terminado con éxito. El Imperio es más grande y más poderoso que nunca. Y no hay visos de rebelión en los sistemas que controlamos. Nuestro sueño empieza a cumplirse Dalen...-

-Sí...llevamos luchando casi desde que tenemos memoria para conseguirlo y ahora está más cerca que nunca...primero fue consolidar el Resto, después la caída de Coruscant y el sistema republicano y por último el exterminio de las fuerzas rebeldes y de todo usuario sensible a la Fuerza...hemos ganado.-

-¿Y ahora?-

"¿Y ahora?" Allí estaba Dalen, el hombre más poderoso de la Galaxia, el núcleo del Imperio, dudando ante la respuesta. Habían conseguido lo que querían pero ¿serían capaces de mantenerlo? Ellos eran soldados, estaban preparados para vivir y morir en el campo de batalla, no para luchar con políticos, gobernadores y demás chusma interesada.

-El Consejo Imperial se dedicará a la administración del Imperio. Son los oficiales más capaces, muchos de ellos me han srvido directamente a mí o han sido capitanes de algún Destructor bajo tu mando...Ellos son el futuro, cuando nosotros no estemos...-

-¿Un futuro para el Imperio y unas vacaciones para nosotros? Suena bien.-

-Sí, suena muy bien...pero, nosotros estábamos destinados a morir en el campo de batalla...

Tengo un mal presentimiento...

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15 años 7 meses antes #10 por konk7er
Abrió la puerta,y tras ella encontró a un hombre.Se le veía debil.Tenía el pelo blanco y muy,muy largo,al igual que su barba,también blanca e igual de larga.El muchacho dedujo que llevaba alli muchísimo tiempo.Estaba amarrado a la pared con unas cadenas,y su movilidad era escasa.

—...habeis tardado —Dijo el hombre.Su voz sonó algo aspera.
—¿Hemos tardado?
—Bueno...10 años no es tanto tiempo,supongo —Dijo el hombre,sonriendo sarcasticamente— Quitame esto,chaval

El chico se acercó e intentó quitarle las cadenas,pero aun eran resistentes,a pesar de su vejez.

—Creo que tengo una sierra en la nave...ahora vengo

El chico volvió poco tiempo después con una sierra,y comenzó a serrar las cadenas,hasta que se rompieron.Ayudó a aquel hombre a levantarse,y lo llevó fuera de la sala.Lo dejó sentado en el pasillo,para que se acostumbrara a la claridad.

—¿Tienes agua? —Preguntó el hombre
—Err...si,ahora vengo

El chico volvió con una botella de agua,y el preso se la bebió en muy poco tiempo

—Llevo sin beber y comer desde que me encerraron aquí —Dijo el hombre,mientras se bebía otra botella
—Eso es imposible.Usted me dijo que llevaba aquí 10 años...
—Bueno,a lo mejor no son 10 años.Perdí la noción del tiempo —El hombre se levantó algo más renovado— ¿Cómo te llamas?
—Me llamo Konker,señor
—¿Y de apellido?
—Sevener,señor

El hombre volvió a entrar en la celda,y recogió un pequeño dispositivo.Después de hacerlo,salió,mostrandoselo a un publico imaginario.

—Gracias a esto estoy vivo

El chico dedujo que fue ese aparato el que contactó con su nave.Después de esto,el hombre bajóa las escaleras y salió de la prisión.Konker le siguió,sin decir ni una palabra.

—¿Hacia donde vas? —Preguntó el hombre,girándose
—Voy hacia Coruscant,señor
—No creo que sea buena idea que me dirija allí.En fin...—el hombre se dio la vuelta y comenzó a andar— Ya nos veremos,chico.

Konker vió como aquel hombre se alejaba.No lo volvería a ver jamás.Afortunadamente,no se había metido en problemas,y lo mejor sería irse de allí y seguir la ruta hasta Coruscant.Después volvería a su hogar,y se quedaría allí hasta que le asignaran un uevo trabajo...

—Tenía pensado parar en Corellia,Señor

No sabía por qué,pero lo había dicho.Se arrepintió un instante después de haber pronunciado esas palabras,las palabras que le meterían en un problema,seguramente.

—No me llames señor —Dijo el hombre,dandose la vuelta y acercandose al chico— No soy tan mayor.

Konker levantó los pies y los puso sobre los mandos de la nave.Se recostó en el asiento,y cerró los ojos.

—¿Por qué no quieres ir a Coruscant? —Preguntó el muchacho— Es el mejor sitio donde podrías estar.
—No creo que me reciban correctamente.
—¿Por qué no?
—Porque una vez luché contra el Emperador.

El chico se sentó rapidamente y miró a aquel desconocido.

—Explicate.
—Hace unos años,yo luché en el bando republicano,junto a los Jedis.
—Estas de coña,¿no? —Preguntó el chico,sonriendo forzadamente
—¿Por que iba a estarlo?
—Porque eso de los jedis es una tontería —Dijo el chico,recostandose otra vez— Quiero decir,me habría gustado que existieran...pero a veces las personas tienen que aceptar la realidad y olvidarse de cosas que solo traen problemas.Es un signo de madurez.

El hombre miró al chico,y luego hizo lo mismo que él: poner los pies en alto y tumbarse en el asiento.

—Bueno...tu llevame a Corellia —Dijo el hombre,cerrando los ojos y suspirando— Me gusta ese planeta.
Tras unas horas de viaje,llegaron a Corellia.Aterrizaron en una plataforma creada para esos casos,y Konker acompañó al hombre hasta la salido de la nave.Los dos salieron de ella,y se estrecharon la mano.

—Gracias chaval,te debo una
—No hay de que —Dijo el chico— Que te vaya bien

El hombre se dio la vuelta,y comenzó a andar.Pero se paró.

—Ihicir...
—¿Qué? —Preguntó el chico.No entendía lo que decía.
—Ihcir...no se qué más.Era un compañero mio.
—Vale,¿y?
—Quiero que lo rescates.

Lo que más temía acababa de llegar.Un problema.Un deconocido le estaba pidiendo que rescatase a un compañero suyo...de la guerra.No podía estar pasando,parecía un sueño.Era totalmente surrealista.

—Pero...¿cómo? —Dijo el chico,todavía sin creerselo— Estas loco tio.
—Buscate la vida.Tengo cosas que hacer.
—¿Y que pasa si no lo hago?

El hombre,que había comenzado a caminar,se paró y miró hacia atrás.

—Lo harás —Dijo,y Konker vió como aparecía una sonrisa debajo de aquella espesa barba.

Una nave de transporte pasó entre los dos,y cuando el chico quiso darse cuenta,aquel hombre había desaparecido.

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15 años 7 meses antes #11 por Maestro Ricardo
La lanzadera imperial tipo Lambda “Iridum” sobrevolaba los distritos de Naar Shada con destino al sector industrial, concretamente a una nave de fabricación de droides recolectores.
Tsul Fant, el conocido capo de la mafia rodiana de Naar Shada se encontraba tumbado retorciéndose de dolor en el interior de la lanzadera.

-Maldito seas… aaarggg… no te darán nada por mí en estas condiciones
-Sabes que sí, así que deja de molestar asqueroso rodiano-Dijo Krayt dándole una patada en la boca.-Llegaremos en unos minutos
-Te ofrezco el doble….-Hizo una pausa para escupir la sangre de su boca.- el doble de lo que dan por mí si me libera
-Ya me dan bastante, además, tampoco lo hago del todo por el dinero, la gente como tú son la razón de que abandonara el imperio
-No había oído eso…-Dejó caer el rollizo rodiano
Ekans se volvió a acercar a su presa y contuvo las ganas de darle otra patada
-Las mujeres son tu perdición humano…-Dijo el capo soltando una pequeña y dolorosa carcajada
-Y yo seré la tuya como no te calles-Amenazó el cazarrecompensas
-Apuntas muy alto, esa era demasiado mujer para un commando como tú
-Su marido no la hacía feliz, y yo hice mi trabajo, solo cumplía órdenes de un cargo superior
-En ese caso de su cónyuge
-Hablas mucho para estar a mi merced gordito
-A tu merced…
Krayt pulsó un botón y la rampa de acceso empezó a descender, el aire entró con fuerza en la lanzadera y esta comenzó a vibrar violentamente.
-¿Ves “tu ciudad”?-Dijo Krayt.- Si quieres volver a verla, cállate y estate quietecito.

El cazarrecompensas subió de nuevo la rampa el rodiano no volvió a hablar en el resto del trayecto, Krayt se acercó al panel de mando de la lanzadera y tomó asiento.

-Ordenador, contacta con nuestro cliente, dile que llegaremos en unos segundos
-Contactando con cliente…-Dijo la voz metálica que resonaba por toda la cabina de la lanzadera imperial
Un grupo armado de personas esperaban en la plataforma de aterrizaje de la nave de construcción de droides, miraban ansiosos al vehículo imperial.
-Ordenador desciende hasta una altura razonable desde la cual podamos soltar el paquete, no me apetece hablar con esa gente, asegúrate de que ingresan el dinero en la cuenta en cuanto este tipejo toque el suelo –Dijo el humano levantándose de su asiento y acercándose a su prisionero para darle una cachetada en la cara.

La lanzadera descendió abrió su rampa y dejó caer al corpulento rodiano hasta la plataforma de aterrizaje que al tocar suelo soltó un mugido de rabia y dolor.

-Transacción finalizada, se han ingresado 250.000 créditos imperiales en su cuenta-Dijo el ordenador
-Excelente, pon rumbo hacia una estación espacial cercana a la capital, ha sido una fiestecita con demasiados invitados y necesito un tiempo para descansar-Dijo sacando la cajetilla de tabaco de la gabardina para dejar esta ultima sobre un asiento.
-Rumbo fijado-Contestó la máquina.-Tomando altura y saliendo de la atmósfera de la luna

Krayt Ekans se quitó la armadura echani encendió un cigarrillo y se tumbó sobre un banco mullido que hacia las funciones de cama y se relajó aunque no se podía sacar de la cabeza las palabras del rodiano gordinflón, que pese a haberle dado una compensación económica le había levantado un dolor de cabeza que hacía tiempo que había olvidado.
La lanzadera Iridium abandonó la atmósfera del planeta y cuando se hubo alejado lo suficiente saltó al hiperespacio convirtiéndose las estrellas que se veían desde la cabina en unas largas líneas blancas que dieron paso a una especie de nube azul que tragaba a la nave por completo y que se movía de forma hipnótica dando una sensación de tranquilidad total.

fima?xD

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15 años 7 meses antes #12 por mikel
Allí estaba. Si había algo que le gustaba del Imperio era que prestaban recursos ilimitados a sus tropas. Su caza era lo que más apreciaba de todo lo que había tenido hasta el momento. Se había hablado durante mucho tiempo de naves misteriosas que poseían la capacidad de no ser detectadas ni por flotas ni por ningún tipo de escaner. Muchos decían que eran ideas del subconsciente, pura imaginación. Pero no era del todo cierto.
Por lo que sabía cuando el imperio estaba en plena guerra con la Nueva República los antiguos propietarios de sistemas de flota Sienar habían traicionado al imperio y fueron erradicados. En los laboratorios un grupo de ingenieros imperiales tomaron infinidad de planos que muchos databan desde la primera guerra civil galáctica. Una de aquellas naves poseía un conocimiento innovador sobre el camuflaje en una nave. El imperio en sus propios laboratorios empezó a producir naves con aquella tecnología recién descubierta y guardada en viejos holoplanos en un cajón y añadiendo mejoras en ataque con tres cañones láser en las puntas de sus tres alas verticales, hiperimpulsión y defensa con escudos y sistema de autodestrucción. Durante la guerra las fábricas donde se producían las nuevas naves fueron destruidas pero algunas de ellas habían sobrevivido al paso del tiempo.
Y allí estaba él, con su Tie fantasma en el monótono hangar del destructor.
Una vez estuvo dentro del asiento del piloto se encendieron todos los sistemas de la nave y se dispuso a despegar pero se paró en seco al ver la pequeña talla de madera al lado de los mandos.
Lo único que quedaba de su infancia. Nunca había tenido mucho interés en buscar respuestas a su pasado y su familia porque ya las sabía.
El imperio arrasó muchos mundos para someter a sus gentes...sabía pero no olvidaba del todo.
``haz lo que tengas que hacer para hacerte grande y no te empequeñezcas por tus sentimientos ´´ en cierto modo se sentía traidor aunque nunca había conocido a sus padres. Desde muy pequeño había entrado en el gremio de cazarrecompensas pero siempre llevaba algo que no había aprendido con nada pero lo enterraba siempre en lo más profundo.
``ahora eres un pensador y un sentimentalista ´´ se dijo a sí mismo mientras soltaba una carcajada.``mejor sigue la guía que te dieron tus mentores y empieza trabajar y te seguirá yendo bien ´´.
El caza despegó saliendo del hangar y bajó a una velocidad vertiginosa hacia el planeta. Una vez estuvo en la capa más alta de la atmósfera recibió los códigos y coordenadas del lugar indicado.

``Empezemos de nuevo a ganarnos el pan ´´

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